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POEMAS CENSURADOS POR GOOGLE www.got-blogger.com/generacionpoeticaweb/?p..

Google le ha aplicado control de contenido al blog de poemas lésbicos de URL http://generacionpoeticaweb.blogspot.com, donde publico poemas de mi autoría. Google le está aplicando censura a lo meramente semántico, el lenguaje poético debe ser soberanamente libre. Dice que recibió cartas de lectores señalándo el contenido de ofensivo, Google le está abriendo entonces espacio a los intolerantes, a los grupos religiosos a controlar el contenido de la web. El derecho a la libre expresión está protegido por la carta universal de la Organización de Naciones Unidas , en consecuencia se me está vulnerando un derecho fundamental.

Definición de la palabra censura , tomado de wikipedia:
La censura, según el Diccionario de la lengua española (DRAE) de la Real Academia Española, es la «intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra, atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas».1 En un sentido amplio se considera como supresión de material de comunicación que puede ser considerado ofensivo, dañino, inconveniente o innecesario para el gobierno o los medios de comunicación según lo determinado por un censor.



CUANDO TE PONGO EN LA BOCA UN SENO/ Salomón Borrasca

Cuando le haces poses al espejo
con tu pequeña minifalda roja
me le acerco y tu te sonrojas
porque te pongo en la boca un seno.

No te me asustes es tan solo un juego
me unté en los labios brillo escarlata.
deja que caiga tu hermoso pelo
sobre la parte que suplica tu agua.

Quita mis pantis porque ya me mojo
este es el néctar que botó la rosa
y en este juego de las mariposas
yo hago las veces de esposo y esposa.

SALOMÓN BORRASCA




LABIOS DE SEDA / Salomón Borrasca


Busco el olor de unos labios
que extraviaron mis deseos,
eran pálidos, labios de seda,
silvestres como palmichas
y tímidos como pájaros.
Varias noches los tuve cerca,
tan cerca que pude olerlos
olían a sándalo,
mi lengua hambrienta
se los bebió bajo las albas
eran salvajes como ella,
eran vampiros en mi vagina
que con mis mieles se alimentaban,
perversos como las calles que recorría
y las esquinas en que se me desnudaba.
Labios de seda,
labios furtivos,
que extraviaron mis deseos.
Salomòn Borrasca



LUNA EN LLAMAS / Salomón Borrasca

La luna está envuelta en una llama roja,
bostezas y me erizo al percibir tu hálito,
tus senos lucen frescos como helechos en la madrugada,
paso mi lengua por tu espalda,
chispeante desierto
e inhalo tu vapor salobre,
lamo tu labio herido en la furia de los mentones
y recuerdo algunos vinos.
La luna sigue en llamas,
violento tus pieles
y eyaculo en tu luna
un gran chorro de fuego.




LA NOCHE DE LOS DESEOS / Salomón Borrasca


Esta noche será larga,
el olor de la calle me seduce,
saco las manos por la ventana
y la lluvia las moja.
Hay noches que miro la avenida
y siento que mis carnes vibran
al ritmo de las luces,
tengo tentaciones, deseos indescifrables,
ganas de fumarme un cigarrillo,
ansias de amanecerme en la calle,
ganas de bañar mi cuerpo en vaselina
para hacer muchas cosas prohibidas
entre las sombras de la madrugada,
tengo ganas de desbordarme.

Salomón Borrasca


VAGINAS ARDIENTES / Salomón Borrasca

Necesito de ti porque despiertas
el volcán que en mi piel había dormido
porque clavas tu lengua con violencia
como un huracán enfurecido.

Necesito de ti porque eres bella
porque ríes cuando es ruda mi suerte
por tu lengua delgada que es muy diestra
por tus dedos sedosos tan ardientes.

Necesito de ti loba salvaje
de tu modo de amar tan primitivo,
necesito de ti como el paisaje
necesita de el viento y el rocío.

Salomón Borrasc


Lésbica / Salomón Borrasca


Deja caer tus senos en mis senos,
que nuestros pubis, mojados caracoles,
en un ritual de desagravio a Lesbos,
ebrios de éxtasis tan tiernos se fusionen.

Al resbalar tus yemas oh Sirena
mi humedal fluvioso se erosiona,
como una alud de alondras y violetas
tu cabellera mi cuerpo aprisiona.

En ese rito, proscrita mariposa
en que te entrego mis mieses de doncella
las hadas que son tan pudorosas
nos cubren con sábanas de seda.

Salomón Borrasca


EN EL MUELLE DE TUS CARNES / Salomón Borrasca

Naufragué como un barco en tus caderas,
condenada al exilio de tu cuerpo,
resbalé por tu piel color canela
que exhalaba fragancias en el viento.

Al bajar al canal de tu cintura
vi la sed de tus labios lujurientos,
yo bañé con sudor tu piel desnuda
y quemaste mis senos con tu aliento.

Me dormí en tu playa de quimeras,
el ocaso pintó de gris la tarde,
sepultamos las piernas en la arena
ante el juego de estrellas en el aire.
Salomón Borrasca.

Manuel Pla Martí mapla.lectyo.com
SALOMON BORRASCA
Misterio de una vida
¿Es Salomón Borrasca, hombre?, ¿es mujer? El misterio acompaña a ese ser que ha aportado al arte poético versos de cierta calidad, no todo el mundo coincide, dentro de la línea erótico-lesbiana que oscila entre lo romántico y lo sórdido. ¿Habrá nacido en Chile, en Argentina, en México, en Colombia? ¿Habrá nacido en Haití y vive en la actualidad en Palmira, Colombia? Nadie lo sabe. Sobre su vida se ha creado una nube secreta que todo lo difumina, alimentada por él o por ella misma. Todo es oscuridad y misterio, pero quedan algunos poemas, de los cuales alguien opina se avergüenza, que dan fe de su existencia. Se afirma por ahí que es una dama de avanzada edad que firma sus poemas con seudónimo masculino, que nació en Haití y en la actualidad administra un bar de mujeres tristes y vende camándulas a la entrada de un cementerio de Palmira. No se sabe, pero sus poemas existen y tal vez sea lo único cierto en su vida. Es de Chile, asegura un inquieto chileno, basándose en sus propios versos. Sus trazos para mantenerse en la clandestinidad, dice, no han sido tan perfectos. En su poema "Santiago Querido", dice textualmente "Recuerdo Santiago el ultimo invierno/ en que por tus calles de asfalto ambulé/ buscando en las alas rasgadas del viento/ el eco de un beso que doró mi piel"
EL SECRETO QUE NO REVELARÉ / Salomón Borrasca
Si estuviera a mi lado no podría
repetirte las frases que marqué
en la hoja cuarteada de ese libro
en que se ha convertido mi pared.
Si leyeras las cosas que te escribo
en las cartas que nunca te enviaré
y en el diario que sirve de testigo
del secreto que no te revelé.
Si algún día volvieras a mi lado
sonreiría sirviéndote un café
yo sabría el dolor disimularlo
pues contarte el secreto para qué..



Salomón Borrasca - ficción y realidad de la poesía lesbiana

Enviado por Literatura Diversa



Salomón Borrasca - Monografias.com

Salomón Borrasca
Ficción y realidad de la poesía lesbiana

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UN SITIO WEB DIO A CONOCER RECIENTEMENTE ESTA FOTO DONDE ASEVERA QUE LA DEL MANTO Y LA MOCHILA ES SALOMÓN BORRASCA Y LA OTRA ES SU AMANTE..

INICIO ESTA INVESTIGACIÓN SOBRE LA POETISA SALOMÓN BORRASCA, ADVIRTIENDO QUE LOS POCOS DATOS BIOGRÁFICOS QUE PRESENTO UTILIZANDO FUENTES DEL TALANTE DEL EXCÉLSIOR DE MÉXICO Y EL TIEMPO DE COLOMBIA, NO SON CONFIABLES, EN EL PRIMERO EL RECONOCIDO PERIODISTA JÓSÉ CÁRDENAS LA UBICA EN ACAPULCO Y EL SEGUNDO LA RELACIONAN CON COLOMBIA, VEAMOS EL PRIMERO Y LUEGO VAMOS A OTRAS FUENTES QUE LA UBICAN EN HAITÍ.

EN LA SIGUIENTE COLUMNA DE OPINIÓN EL RECONOCIDO PERIODISTA MEXICANO JOSÉ CÁRDENAS, LA UBICA EN ACAPULCO

Acuérdate de Acapulco. Artículo José Cárdenas / Excélsior


17 de Octubre, 2011

El bello puerto es rehén de Los Pelones, Los Zetas, La Familia Michoacana, el CPS, Los Guerreros… Los herederos de los Beltrán Leyva, La Barbie...

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Esta noche en Acapulco está demasiado fría y la luz de los faroles no alcanza a iluminar… Salomón BorrascaDe aquella noche, María bonita, María del alma… Acuérdate que en la playa, con tus manitas, las estrellitas las enjuagabas…Así le cantó Agustín Lara a La Doña… Ahí, donde aún se columpia la nostalgia.Aquel Acapulco de Johnny Weissmüller, el Tarzán más famoso; de las estrellas del cielo de Hollywood que se nos fue; de Tin Tán, que tiene su estatua en Caleta; de Mauricio Garcés y las bellas Tere y Lorena Velázquez; Elsa Aguirre; el suizo Teddy Stauffer, "Mr. Acapulco"; de Cantinflas…Bajo el polvo de aquellos lodos queda un millón de anécdotas.Pero…Hoy, ese aire tropical se corta con machete, navaja y cuernos de chivo.El bello puerto es rehén de Los Pelones, Los Zetas, La Familia Michoacana, el CPS (Cártel del Pacífico Sur), Los Guerreros… Los herederos de los Beltrán Leyva, La Barbie, El Coreano…Al amparo de muy pocos policías, muchos de ellos coludidos con las mafias criminales, ahora mandan Guantámo, Melón y los "jefes" de unos 17 grupos criminales que se disputan la plaza a sangre y fuego.Son los nuevos dueños de Acapulco. Los que van casa por casa cobrándole renta a la gente para dejarla vivir, allá por Pie de la Cuesta, El Farallón, Rancho Acapulco… Que se imponen a punta de extorsión y amenazas.Vaya y pregunte a los padres de los alumnos que abandonaron el Colegio La Salle, atrás de la colonia Chinameca, porque no quieren darle su "lana" a las mafias.…O hable con los maestros de cualquier otra escuela a los que les cobran 600 pesos para dejarlos enseñar. Esos mismos maestros, hartos, que a su vez le cobran cinco pesos a cada niño para juntar el "chivo" que le han de entregar a los cobardes.…O con los dueños de los negocios que han cerrado por negarse a pagar "cañonazos" mensuales de 50 mil pesos, como la Refaccionaria Mendoza, de la avenida México, o el restaurante California o varios hoteles de medio pelo y mala muerte.…O a los hoteleros que trabajan a 30 por ciento.…O a los gerentes de antros y restaurantes vacíos que dejan ir temprano a sus empleados, no vaya a ser la de malas.…O pregunte a los cinco mil taxistas que se ganaban 500 pesos diarios y ahora malviven con 200… Que mueren de inanición, acosados por los "piratas", halcones de las mafias.En Acapulco ya no hay zonas seguras, ni la Costera ni Punta Diamante, menos, El Coloso, Puerto Marqués, la colonia Renacimiento o la Colosio o la Zapata.Acapulco está expuesto. Desfallece de miedo.Genaro (García Luna), no seas malo… Acuérdate de Acapulco.MONJE LOCO: Apenas el viernes escribió su última columna en Reforma. Se despidió de todos. Sin Miguel Ángel Granados Chapa, nos quedaremos con hambre de saber por qué pasa lo que pasa.josecardenas@me.com Twitter: @JoseCardenas1


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El siguiente artículo periodístico de El Tiempo si bien no la asocian directamente con Colombia si da una idea de la época de Salomón Borrasca, ella o el hace parte de un jurado calificador en el año de 1993.

  • s

  • eltiempo.com

  • archivo

LA POESÍA:

El Instituto de Literatura Salomón Borrasca convoca al Segundo Concurso Nacional de Poesía Colombia escribe . Escritores colombianos y extranjeros , tema libre, cinco a diez poemas, tres copias, mecanografiados, firmados con seudónimo y en sobre aparte nombre y datos personales. Jurados: Hollmann Morales, coordinador de Gaceta de El País, Armando Barona Meza, columnista de Occidente, y Salomón Borrasca. Premios: ganador, $ 250.000; segundo puesto $ 150.000, y tercero $ 100.000. Plazo: 12 de febrero. Calle 38 No. 6-51, Palmira.

Publicación

eltiempo.com

Sección

Otros

Fecha de publicación

24 de enero de 1993

En el 2011 circuló en las redes sociales una biografía de Salomón Borrasca, que fue publicado en el blog de Escritores Anónimos, allí se afirma que es de Haití y que es de género femenino, al parecer esa nota es falsa y fue sacada por la O.N.G. Poetas del Mundo, para promover un encuentro de poetas en Chile, en conclusión queda enredada su nacionalidad.

domingo, 30 de enero de 2011

Salomón Borrasca, Biografía

Salomón Borrasca, nacida en Haití en 1942 y autora de los libros "Lo que Cantó el Verano", "Camino de Espinas", "Mi Erotismo", "Mis Mejores Poemas" e "Historias Eróticas de Salomón Borrasca", hará su primera aparición en público en Chile en el PRIMER ENCUENTRO DE POETAS DEL MUNDO "CAMINO AL SUR"., evento a realizarse del 19 al 28 de febrero de 2011.Salomón Borrasca, quien adoptó un seudónimo masculino en 1965, decidió dejarse ver para acabar con las especulaciones que es un hombre.

Publicado por escritores anonimos en 01:23

Etiquetas: Biografía, Salomón Borrasca

Qué tiene Salomón Borrasca qué está despertando el interés por su vida, ni Safo de Lesbos, ni Sor Juana Inés de la Cruz, ni una feminista del talante de Gabriela Mistral se arriesgó tanto como Borrasca, ella lo apostó todo y lo sacrificó todo, incluyendo el derecho al buen nombre, para mostrar la poética lésbica más osada que se conoce, va directamente a la desnudez, al coito, su erotismo es casi desesperado. Veamos algunos de sus poemas:

CUANDO TE PONGO UN SENO/

Salomón Borrasca

Cuando le haces poses al espejo

con tu pequeña minifalda roja

me le acerco y tú te sonrojas

porque te pongo en la boca un seno.

No te me asustes es tan solo un juego

me unté en los labios brillo escarlata.

deja que caiga tu hermoso pelo

sobre la parte que suplica tu agua.

Quita mis pantis porque ya me mojo

este es el néctar que botó la rosa

y en este juego de las mariposas

yo hago las veces de esposo y esposa.

VAGINAVAGINAS ARDIENTES

/ Salomón Borrasca

Necesito de ti porque despiertas

el volcán que en mi piel había dormido

porque clavas tu lengua con violencia

como un huracán enfurecido.

Necesito de ti porque eres bella

porque ríes cuando es ruda mi suerte

por tu lengua delgada que es muy diestra

por tus dedos sedosos tan ardientes.

Necesito de ti loba salvaje

de tu modo de amar tan primitivo,

necesito de ti como el paisaje

necesita de el viento y el rocío.

SALOMÓN BORRASCA

En Wikipedia la única información que encontramos es la siguiente nota en Cultura lesbiana : "Salomón Borrasca" pseudónimo de, al parecer una escritora que jamás reveló su verdadero nombre, y publicó con nombre de varón para justificar su pasión.

Autor:

Liliana González B.

Centro Literario Literatura Diversa



Leer más: http://www.monografias.com/trabajos96/salomon-borrasca-ficcion-y-realidad-poesia-lesbiana/salomon-borrasca-ficcion-y-realidad-poesia-lesbiana.shtml#ixzz3atueQTKV

jueves, 25 de octubre de 2012

NUEVOS POETAS ARGENTINOS:FUETE LOS ANDES. En una Argentina sometida a crisis que no cesan, la literatura joven existe y palpita. Casi nadie lo sabe, casi nadie la lee, pero mientras tanto se escriben obras muy importantes, esencialmente originales. Con algunas excepciones, su estética elude el realismo decimonónico y prescinde de entonaciones trágicas, con ecos de escritores alejados de las poéticas del ’70, como Hebe Uhart o César Aira. Es difícil ser trágico en un entorno detenido y resignado, es difícil ser realista cuando se trata de contar un presente sin raíces en el que sin embargo el pasado acecha (ese pasado inimaginable, detrás de 1976) y la realidad huidiza, insegura, está suspendida en la nada."No, viejo, a mí no me joden. El mundo tiene veinte años", dice un personaje de Memoria Falsa, de Ignacio Apolo. Es la edad que tiene él. La novela es de 1996, el mundo nació en 1976. Lo de antes, imposible imaginarlo. Con otra edad, "Laurita de Apuba" es una ex militante que salió -mágica, como un espíritu- de su fortaleza, para encontrar en la ciudad al hijo de 20 años que le arrancaron. Ella tiene otra versión: "El mundo había desaparecido o yo me equivocaba, o había desaparecido yo del mundo".La narrativa que jóvenes escritores y escritoras están haciendo en la Argentina durante los últimos diez años se pregunta cosas así, pone en cuestión el estatuto elemental de la existencia. Incluso “La traducción”, de Pablo de Santis, o “Crímenes imperceptibles” de Guillermo Martínez, policiales deductivos (género de la "verdad" por excelencia), solucionan los asesinatos con una lengua fantástica, como De Santis, o con un sutil grado de incertidumbre, como Martínez, que aunque acumula con ritmo atrapante hecho sobre hecho, se contradice desplegando teorías sobre la inconsistencia de la verdad y de las cosas, o justifica este diálogo:“-Alguien que trepa desde atrás y lo ataca en la oscuridad... Parece la única posibilidad razonable. Pero no fue lo que vimos.-¿Usted se inclina por la hipótesis del fantasma? -dije.Para mi sorpresa, Seldom pareció considerar seriamente mi pregunta y afirmó lentamente, con una leve oscilación del mentón.-Sí, entre las dos prefiero por ahora la hipótesis del fantasma.” Sombras nada más.Sombras en pena que no logran enterrarse, pasiones derrotadas, lugares donde sólo quedan "los contornos, el polvo de los días y los muertos en torno a nosotros, como reclamos", como escribe Florencia Abatte en “El grito”. Herencias de un pasado que estos escritores no vivieron pero los marca, que aparece a veces explícitamente y muchas otras agazapado. El modo en que el pasado está presente no es casi nunca "políticamente correcto", el que "hay que tener". Como si esa carga siniestra presionara, amenazara, obstaculizara, culpara, como si no pudiera discutirse con ojos propios, generacionales, los saludables ojos insolentes de quienes no lo vivieron. Si la razón política no puede, el arte (la literatura) sí: el inconsciente de la creación, ese otro juego."Pero ella no sabía o no se acordó que las mellizas Hóberal u Hoberol (...) volvemos para hablar hasta después de muertas", advierte la voz fantasmal de “La asesina de Lady Di”, de Alejandro López Rey, cerrando un relato que logró a su modo lo que todavía no pudo hacer esta sociedad: confesó culpas, castigó, hizo justicia. Claro que él "a su modo" cambia todo: la asesina es una cholula loca por Ricky Martin, una víctima es Lady Di."Una de las formas que adopta la memoria es un género que, aunque reconoce raíces en nuestra tradición, trae también una novedad muy importante: es la narrativa de horror", opina una atenta lectora de los nuevos, la escritora Ana María Shua. Podría decirse que muchos escriben cuentos de fantasmas. A veces en sentido literal: aterradores como en “Marvin”, de Gustavo Nielsen, desopilantes como “La asesina de Lady Di”, mentales como Rata paseandera, de Patricia Suárez. Otras, son más metafóricos: mundos fantasmagóricos en “El calígrafo de Voltaire”, de De Santis, realidades indiscernibles o mediáticas en “Zaira y el profesor”, de Betina Keizman o “El bailarín de tango”, de Juan Terranova; jóvenes apáticos que parecen flotar en un mundo inaceptable mientras se observan entre sí con estupor y tedio, en “Hojas de la noche” o “Examen de Residencia”, de Eduardo Muslip; sometidos, atrapados en pesadillas absurdas donde el poder hace sus festines, en “El núcleo del disturbio”, de Samanta Schweblin o “El sueño del señor juez”, de Carlos Gamerro. Esta literatura sospecha de lo que existe, percibe la compañía de un mundo malogrado al que no se le pudo nunca dar sepultura. Reaparece la ausencia de algo entrañable u odiado pero que acompaña con el persistente reproche de los abandonados. Es la patria derrotada y abandonada en “Gaijin”, de Maximiliano Matayoshi, libro de un realismo extraño por su silencio sutil. O la patria lejana en “Perdida en el momento”, de Suárez, o el pasado que remuerde en “Aún”, de Mariano Dupont, donde acecha la culpa por un desaparecido. Los tonos son bajos, melancólicos, hasta jocosos, nunca urgidos o dramáticos. ¿Acaso hay alguna urgencia? "Hoy nadie protagoniza nada y parecería que esa vacancia se prolongará indefinidamente", comenta Eduardo Muslip pensando en los escritores de su generación. "Nuestra preocupación mayor es conservar la sensación de que lo que hacemos tiene sentido."El entorno quieto tiene no obstante una ventaja estética: la denuncia exasperada, la solemnidad, suenan huecas. "Ya no existen presiones ideológicas que lleven a encarar determinados temas. Nos hemos librado simultáneamente de dos tipos de censura: de la mordaza de la dictadura, pero también de la autocensura de las buenas intenciones", dice Shua. Esto da frutos: "variedad muy grande de poéticas y cierta libertad respecto de los géneros", registra en los nuevos el crítico y escritor Noé Jitrik.Por todo eso, con el horror y la culpa coexisten el humor y el juego; la combinación es extraña, negra, potente. Como los niños que se divierten imaginando cómo se destripan los muñecos de guerra, muchos relatos son a la vez atroces y divertidos. Un ejemplo es “Las islas”, de Carlos Gamerro, novela monumental que algunos levantan como estandarte generacional.En “Dos veces junio”, de Martín Kohan, mientras se festeja en las calles el Mundial del ’78, el poder discute en los sótanos si hay que robar el hijo de una parturienta o torturarlo para hacerla hablar. No hay diversión, por supuesto, en ese horror nada ficcional, inscripto brutalmente en nuestra memoria, pero sí juego. Un juego tan amargo que ya no es juego: "La formación argentina (con especial atención a la procedencia de sus integrantes): Fillol, River Plate; Olguín, San Lorenzo de Almagro...", recita el texto hasta el final, interrumpiendo serenamente su historia insoportable. Sigue y de pronto vuelve: "La formación argentina (con especial atención a las fechas de nacimiento de sus integrantes): Fillol, 21 de julio de 1950; Olguín, 17 de mayo de 1952,...". Después es la especial atención a la estatura, después al peso... Difícil no reír, difícil reír. Es difícil leer lo que nunca hubiera debido tener que escribirse. Una historia que ya pasó pero no pasó, de la que hay que hablar pero no hay cómo, de la que no se es responsable (Kohan tenía 12 años en 1978) pero se pagan sus precios, que no les pertenece pero les pesa, que paraliza pero exige actuar.Con rabia, Juan Terranova explora otra respuesta al mismo dilema: "¿Qué pasó, Marconi? ¿Por qué la Argentina se volvió un país de mierda?", pregunta estupefacto, con sus veintitantos años, el protagonista de “El caníbal”. Pregunta a quien corresponde, a la generación de sus padres, y con un escritor de ellos establecerá su diálogo caníbal: "Porque yo tenía ganas de comérmelo a Villegas. Tenía ganas de que nutriera mi cuerpo. Mi cuerpo, mi existencia, las páginas de todos aquellos libros que sin su sangre en mis venas, ni su carne en mi carne, no habría podido escribir. Porque Villegas y todos los forros de su generación (...) están adentro de nuestra historia, formando y condicionando nuestra manera de pensar y de actuar. Por eso sentí ganas de comérmelo a Villegas. Comérmelo sin ritual, por el puro placer de que no existiera, y por la necesidad de que persistiera en mí."Comerlo sin ritual y sin obediencia, comerse el plato del sórdido fracaso para digerirlo mal y vomitarlo en forma de otra cosa, de otra escritura, una que no atañe solamente al pasado argentino. Hay otras ausencias presentes, más realistas, en las miradas exiliadas, marcadas por la ajenidad, de Matayoshi, de Ana Kazumi Stahl (“Catástrofes naturales”, “Flores de un día”), de Andrea Rabih (“Cera negra”), quien explora con humor y tristeza -nunca con sentimentalismo- su radical diferencia de mujer en un mundo masculino. Y está la ausencia de lectores: escribir en una sociedad que no lee.Mal negocio.Casi nadie compra literatura argentina actual. ¿Por qué? Los jóvenes escritores acusan a las empresas editoriales: "Las personas compran lo que les venden y un lector se educa", dispara Matayoshi. Y Jitrik: "Las editoriales no hacen mayor esfuerzo por defender sus propios libros, no hay premios que no respondan a estructuras publicitarias, los suplementos culturales son pobres". Sin embargo una editora, Julia Saltzmann, de Alfaguara, contraataca: "La ausencia de lectores se debe a factores que me explico más como lectora que como editora. Yo misma antes leía narrativa argentina y ahora ya no tanto. Y sigo leyendo a escritores que nacieron bastante antes de los ’60. Desde fines de los ’60 hasta entrados los ’80 leí mucho a nuestros compatriotas (aquí Julia cita a narradores muy reconocidos). Y después... después seguí leyendo a los mismos, sumando a Fogwill y Uhart. De jóvenes, nada o casi nada. No recuerdo nada que me haya impactado realmente. Así que no me extraña que el mercado responda así".No todos están de acuerdo. Sin nombres, Jitrik habla de "gente de indudable talento". Fogwill, Vicente Battista, Elvio Gandolfo elogiaron a estos autores y otros, como Sergio Olguín o Claudio Zeiger. Pero eso no convoca público. "Las editoriales nos promocionan poco", lamenta Suárez. Las grandes casi no los publican, las pequeñas les cobran, o cobran subsidios y no invierten en promoción.Para Saltzmann la baja calidad condiciona: "Las empresas comerciales necesitan vender, o invierten en autores de mucho prestigio". Siempre necesitaron vender, precisa Shua, pero ahora hay que vender rápido: "Las editoriales argentinas fueron compradas por grandes grupos internacionales. El efecto es la concentración, internacionalización y la exigencia de rédito inmediato".¿Acaso no da plata el libro que se abre camino y gotea firme, lentamente? Para los sellos pequeños, sin duda: "Nuestros libros son de catálogo, perduran", dicen orgullosas Sandra Contreras y Adriana Astutti, críticas y editoras de Beatriz Viterbo. Como Simurg o Adriana Hidalgo, no soportan las presiones de una impersonal Casa Matriz. ¿Por qué se extinguieron las editoriales argentinas que nos hicieron primeros en la industria cultural de Hispanoamérica? ¿Por qué fueron vendiéndose, una a una, a gigantescos grupos extranjeros? Hay varias causas, el desinterés argentino por su propia literatura es una. "Como parte del exitoso proyecto cultural de la dictadura, se rompieron los canales que vinculaban a los lectores argentinos con los textos de sus escritores", dice Shua.Fortaleciéndose en esos canales rotos surgió con la democracia una literatura académica, prolija, construida artificiosamente desde teorías literarias posmodernas, que obtuvo mejores o peores resultados. Las carreras de Letras organizaron su propio canon aristocrático con obras que solamente se leen allí. Hoy, con excepciones, se siguen manejando así. Lo que se vende es sospechoso por principio, lo que se lee con facilidad es malo, lo que cuenta una historia que no se autojustifica con teorías literarias no vale. Que la vida y la literatura vibren juntas sin pasar por la academia es una mala palabra.Quizás por eso algunos argentinos dejaron de leer argentinos. Otros se habrán cansado de buscar en vano sus amores literarios anteriores, del mundo malogrado: querrán leer a Cortázar cada vez que estos jóvenes quiebren el realismo, pero no lo encontrarán. Encontrarán a Borges, a quien no amaban en el mundo malogrado. Querrán leer a Walsh cuando busquen la política, ¿pero acaso Walsh tuvo que hacer arte político en un mundo detenido, de muertos sin sepultura? ¿Podría imaginar, como Schweblin en “El núcleo del disturbio”, la revolución como una rebelión de consumidores de cerveza en un bar posmo? ¿Podría contar que esos tomadores combaten dormidos y dejarán "sobre la almohada o sobre el escritorio la baba pegajosa de un sueño de revolución"?Lectores espectrales"Percibimos que pertenecemos a un grupo no muy chico pero poco relevante socialmente", dice Muslip. Muchas obras plantean esta soledad, el desencuentro alrededor de escribir y leer, lo que en un pasado impensable compartieron masivamente los argentinos. Suárez inventa lectores inverosímiles; Terranova o Keizman exploran efectos de la noticia policial. En “Leer y escribir”, de Ariel Bermani, una biblioteca fantasmagórica detiene fatalmente a los pocos lectores que se atreven: "Son siete las puertas que deben pasar para llegar a la sala de lectura. Walter los confunde indicando un falso camino, o los invita a ingresar por una puerta pequeña, disimulada en la pared (...) convenciéndolos de que se trata de un atajo". Es "la peligrosísima puerta de los lectores perdidos (...) al borde de la desesperación y la miseria". Como los demás argentinos, pero solos.En “Insomnio”, Cohen imaginó Bardas de Krámer, una ciudad cárcel, decadente, donde sus habitantes ya no duermen de noche ni saben leer o escribir. ¿Todos? No, hay dos o tres que no. En Argentina son más pero no están mejor. Deambulan entre compatriotas somnolientos que ignoran sus obras, tal vez para no tener que reconocerse a sí mismos. InventarioFlorencia Abbate (1977). El grito. Emecé, 2004.Ignacio Apolo (1969). Memoria falsa. Premio Proyección 1995, Ed. Atlántida, 1996.Ariel Bermani (1967). Leer y escribir. Segunda Mención Premio Clarín Novela 2003, próxima aparición en Interzona.Pablo de Santis (1963). La traducción. Planeta, 1998. El calígrafo de Voltaire, Seix Barral, 2000.Washington Cucurto (1973). Cosa de negros. Interzona, 2003.Mariano Dupont (1965). Aún. Premio Emecé 2003, Emecé, 2003.María Fasce (1969). La felicidad de las mujeres. Destino, 2000, La verdad según Virginia, Planeta 2004.Carlos Gamerro (1962). Las islas. Mención especial en el concurso de novela para autor inédito de Ed. Sudamericana y Secretaría de Cultura de la Nación 1997, Simurg, 1998. El sueño del señor juez. Sudamericana, 2000. El secreto y las voces. Norma, 2002.Ana Kazumi Stahl (1964). Catástrofes naturales. Sudamericana, 1998. Flores de un solo día. Seix Barral, 2002.Betina Keizman (1966). Zaira o el profesor. Beatriz Viterbo, 1999. Martín Kohan (1967). El informe. Sudamericana, 1997. Dos veces junio,Sudamericana, 2002.Alejandro López Rey (1968). La asesina de Lady Di. Adriana Hidalgo, 2003.Guillermo Martínez (1962). Crímenes imperceptibles. Premio Planeta Argentina 2003, Ed. Planeta, 2003. Acerca de Roderer. Planeta, 1993. La mujer del maestro. Planeta, 1998 Maximiliano Matayoshi (1979). Gaijin. Premio novela UNAM Alfaguara 2002. Alfaguara, 2002. Eduardo Muslip (1965). Hojas de la noche. Primer premio Concurso Colihue de novela juvenil 1995, Colihue, 1997. Examen de residencia. Simurg, 2000.Gustavo Nielsen (1962). Playa quemada. Alfaguara, 1994. Marvin. Alfaguara, 2003.Sergio Olguín (1967). Lanús. Norma, 2002. Filo. Tusquets, 2003. Angela Pradelli (1959). Turdera. Emecé 2003. Amigas mías. Premio Emecé 2002, Emecé 2002.Andrea Rabih (1967-2001). Cera negra. Simurg, 2000.Samanta Schweblin (1978). El núcleo del disturbio. Premio del Fondo Nacional de las Artes, 2001, Ediciones Destino, 2002.Patricia Suárez (1969). Rata paseandera. Subsidio a la creación de la Fundación Antorchas, 1997. Bajo la luna nueva. 1994. Perdida en el momento. Premio Clarín Novela 2003, Alfaguara, 2003. Juan Terranova (1975). El caníbal. Ediciones del Dragón, 2002. El bailarín de tango. Ediciones del Dragón, 2003.Claudio Zeiger (1964). Tres deseos. Destino, 2002. Nombre de guerra. Destino, 2003. Los vientos y los molinos - Por Vicente Muleiro Periodista - Escritor Me permito discrepar ligeramente con un concepto de Elsa Drucaroff sobre la nueva generación y su época, ése que dice que "es difícil ser realista". Con la mirada en gran parte de los mismos textos, "me parece" que lo difícil para un escritor de estos años es qué hacer con tanta abundancia de realidad. Ese problema, creo, no se le presentó a Borges o a Cortázar, que le adosaron frondosas capas de imaginación verbal a un territorio material acechado por desiertos varios. Acaso el problema de la creación literaria por estos pagos tenga que ver con lo irresuelto de un hiperrealismo macabro (sí, la dictadura) y los picos de crispación política y social que nos someten más a la tiranía del presente que al ámbito de los sueños. Qué hacer con esos vientos para imaginar los propios molinos bien puede ser la cuestión.


La poeta ELA CUAVAS en el XII Festival Internacional de Poesía de Cali -...


poetas de colombia El poeta MAURICIO CAPPELLI le dos poemas en el XII Festival Internaciona...


miércoles, 24 de octubre de 2012

poetas mexicanos Un poema de Javier Sicilia a su hijo Juanelo


poetas españoles Federico García Lorca


poetas argentinos ALEJANDRA PIZARNIK: UNA VOZ


poetas cjilenos 80 veces nadie (Gonzalo Rojas, Chile)


Amparo Romero Vásquez presenta su libro Salmodia de los días tristes. Le...


poetas valllecaucanos La cultura china en el Pacífico colombiano. Por Medardo Arias Satizábal....


poetas antioqueños Darío jaramillo Agudelo - Poema de amor


poetisas colombianas Piedad Bonnett


poetas colombianos Juan Manuel Roca


Esta noche. Orietta Lozano.


POETAS CHILENOS / FUENTE JUAN CAMETON Frente a una interesada visión acerca de la actual poesía chilena, es necesario establecer una lista de los mejores poetas menores de treinta años, más allá de los discursos, opiniones y de la insistencia de algunos medios de comunicación masiva.Mucho se discute, en Chile, en torno a las voces que representan lo mejor de nuestra poesía. Y, frente a los tiempos que vienen, pareciera justo nombrar a aquellos poetas menores de treinta años -los novísimos- con talento y mayores posibilidades de desarrollo.Para establecer los límites debemos fijar una fecha límite de nacimiento -el año 1975- sin por ello olvidar a quienes le preceden inmediatamente y que son, a lo largo y ancho del país -y en una lista presumiblemente incompleta- los siguientes: Armando Roa Vial (1966), Sergio Madrid (1967), Jaime Luis Huenún (1967), Adán Méndez (1967), Jesús Sepúlveda (1967), Gabriel Cereño (1968), Kurt Folch (1970), Germán Carrasco (1971), Yanko González (1971), Christian Formoso (1971), Alejandra del Río (1972), Javier Bello (1972), David Preiss (1973), Ismael Gavilán (1973), Osvaldo Ángel (1973), Santiago Barcaza (1974), Cristóbal Joannon (1974), Andrés Adwanter (1974) y Leonardo Sanhueza (1974).No se trata de una simple y tajante división cronológica. Quienes nacen a partir de 1975 integran una nueva camada de autores que brillan, muchas veces, con luces propias y ajenos a las tendencias observadas -por norma general- en la veintena de los citados anteriormente.La proposición de los novísimos requiere objetividad, tolerancia, buena lectura y la casi imposible condición de no contaminarse, como crítico, con la fuerte presión de muchos sectores interesados. En primer lugar, el escasísimo interés de los medios de comunicación sobre la cuestión creativa, salvo la farándula, se refiere en forma exclusiva a «casos» o «fenómenos» que puedan llamar al interés público por cuestiones ajenas a la literatura. La llamada «opinión pública» respecto a un pretendido gusto estético ha sido demasiado manipulada en los recientes treinta años como para tornarse confiable. El efecto Zurita -muy legítimo en sus comienzos- puede repetirse aún frente a poetas como Eduardo Llanos, Germán Carrasco y luego, a partir de este último, con Kurt Folch y Alejandro Zambra. Estos son casos a observar en su desarrollo, con muy distintas calidades literarias entre ellos; pero todos con una suerte de aparataje publicitario que, en mayor o menor medida, les ha sido favorable.Por otro lado la crítica menor, la crítica«maldita» emergida en forma anónima a través de las páginas web o del murmullo público, ha hecho su parte. Producida por la envidia, la ignorancia, la ausencia de lecturas y el cultivo de una estética, resulta insoportable respecto a estos autores y frente a otros cuantos destacados, como son los casos de Naín Nómez, José María Memet, Andrés Morales, Sergio Badilla y otros pocos agredidos por sus quince minutos de fama. Pero a esta falta de objetividad ha contribuido, con mucho, la pretenciosa y oscurecedora opinión universitaria.Frente a la posibilidad de establecer una antología de novísimos dentro de la poesía chilena, al parecer solamente seis nombres, por el momento, reunirían las condiciones necesarias. Y estos serían los siguientes:Rafael Rubio, nacido en Los Angeles en 1975. Reside en Santiago y pertenece a una estirpe de poetas junto a Alberto Rubio Cruchaga y Armando Rubio Huidobro, su abuelo y padre respectivamente, ya fallecidos.Alejandro Zambra, nacido en Santiago en 1975 y autor de un par de promisorios libros: Bahía inútil (1998) y Mudanza (2003). Zambra es además crítico literario de Las Últimas Noticias.Antonia Torres, nacida en Valdivia en 1975, quien publicara, en 1999, Las estaciones aéreas. Poeta de fuerte emoción, su trabajo ha sido recogido en numerosas recopilaciones del género.Damsi Figueroa, nacida en Talcahuano, en 1976, quien es autora de dos poemarios y se considera una de las voces femeninas más serias en las últimas décadas. Eduardo Jeria, nacido en Valparaíso, en 1977 y egresado de psicología, autor de Persona Natural, en 1999, cuya obra le ha significado la Beca de la Fundación Neruda y otros importantes reconocimientos.Y, por último, Karen Toro, nacida en Valparaíso, en 1980, y cuyo único libro, El silencio crece en el jardín (2002), ha llamado la atención de lectores y críticos consagrados, postulándose como una de las mayores creadores de la Quinta Región del país.Los autores novísimos pueden ser muchos. De hecho, cada provincia del país aporta con numerosos cultores. Pero frente a la opinión pública, a veces confundida por cuestiones que van más allá del género, es necesario precisar estos nombres.


POETAS COLOMBIANOS LISTA DE SALOMÓN BORRASCA Medardo Arias Satizábal, Armando Barona Mesa,Mauricio Capelli, Hoover Delgado, Fabio Martinez, Humberto Valverde, Humberto Jarrín, Horacio Benavidez,Hoover Delgado, Fabio Martinez, Darío Henao, Humerto Valverde, Milton Fabian Solano, Leopoldo de Quvedo, Mauricio Capelli Jaime Jaramillo Escobar, Eduardo Gómez, Mario Rivero, José Manuel Arango, Nicolás Suescún, Giovanni Quessep, Jotamario Arbeláez, Miguel Méndez Camacho, Armando Romero, Raúl Henao, Raúl Gómez Jattin, María Mercedes Carranza, Juan Manuel Roca, Juan Gustavo cobo Borda, Antonio Correa Losada, Luz Mary Giraldo, Fernando Rendón, Piedad Bonett, Santiago Mutis Durán, Julio César Arciniegas, Amparo Osorio, Guillermo Martínez González, Eduardo García Aguilar, William Ospina, Javier González Luna, Hernando Guerra Tovar, Jorge Torres Medina, Armando Rodríguez Ballesteros, Gabriel Jaime Franco, Mery Yolanda Sánchez, Orietta Lozano, Fernando Linero, Gustavo Adolfo Garcés, Álvaro Marín, Flóbert Zapata, Fernando Herrera Gómez, Nicanor Vélez, José Zuleta Ortiz, Mauricio Contreras Hernández, Miguel Torres Pereira, Luz Helena Cordero Villamizar, Gabriel Arturo Castro, Ramón Cote Baraibar, Myriam Montoya, Gonzalo Márquez Cristo, Enrique Rodríguez Pérez, Juan Felipe Robledo, Winston Morales Chavarro, John J. Junieles, Federico Díaz Granados, Juan Sebastián Gaviria, Robert Max Steenkist. Renata Durán, Álvaro Rodríguez, Elkin Restrepo, Jorge Bustamante García, Andrea Cote, Fernando Denis, Argemiro Menco Mendoza, Joaquín Mattos Omar, Jorge García Usta, Yirama Castaño, Mario Eraso, Henry Luque Muñoz, Tallulah Flórez, Hernando Socarrás, Armando Orozco, Róbinson Quintero, Rafael del Castillo, Nelson Romero, Eugenia Sánchez Nieto, Jaime García Mafla, Rómulo Bustos, Luis Fernando Macías, Armando Orozco, Ómar Martínez, Darío Jaramillo Agudelo, Jorge Cadavid, Víctor Gaviria, Ana Milena Puerta, Alfonso Carvajal, Antonio Silvera, Julián Malatesta, Ómar Castillo, Luis Iván Bedoya, Carlos Vásquez, Samuel Jaramillo, Hugo Chaparro, Guillermo Linero, Carlos Patiño, Colombia Truque Vélez, Hernán Vargas Carreño, José Luis Díaz Granados, Miguel Iriarte y Carlos Castillo